¿Por qué mi perro ignora a mi gato?

Un perro puede ignorar a un gato desde el primer momento en que se encuentran o incluso después de años de convivencia. Con el blog Hola Mascotas, descubre las posibles razones por las cuales tu perro ignora a tu gato y las formas de solucionarlo.

El perro ha tenido malas experiencias de interacción con gatos

La indiferencia entre un perro y un gato que conviven en el mismo hogar a veces se debe a que uno de ellos, especialmente el perro, ha tenido experiencias negativas al interactuar con miembros de la otra especie en el pasado. Los perros que son muy curiosos o intrépidos por naturaleza suelen acercarse de manera invasiva a gatos desconocidos que están a su alrededor. Generalmente lo hacen por curiosidad o con intención de jugar.

Si los gatos en cuestión se sienten amenazados, lo cual ocurre con frecuencia, atacan a los perros que se acercan demasiado. Los felinos pueden atacar con garras o dientes, hiriendo o asustando a los perros. Si tu perro ha sido víctima de estas heridas o intimidaciones por parte de gatos en el pasado, esto puede generar un comportamiento de desconfianza o precaución hacia los miembros de esta especie. Si ignora a tu gato, es posible que asocie su presencia con esas experiencias negativas y tema que interactuar con él desencadene algo similar.

Esta indiferencia está entonces relacionada con un sentimiento de miedo e inseguridad hacia el gato. Los perros no expresan su miedo de la misma manera. Muchos de ellos gruñen, erizan su pelo, ladran o persiguen la amenaza si sienten miedo e inseguridad. Otros perros, como podría ser el suyo, prefieren huir, esconderse o ignorar la fuente de estrés para evitar el peligro. Por ello, un perro que ha sido arañado por gatos en el pasado puede optar por evitarlos para sentirse seguro.

El perro está demasiado socializado con el gato o tiene un comportamiento dominante

La familiaridad y la socialización excesiva entre un perro y un gato pueden llevar a desarrollar una relación de tolerancia que incluso puede convertirse en indiferencia. Es posible que un perro comience a ignorar a un gato porque ambos han convivido juntos desde pequeños. Al crecer en la misma casa, el perro se acostumbra a la presencia del gato y viceversa. Esto puede hacer que no le preste atención, especialmente si está ocupado con otras actividades o estímulos.

Por otro lado, si el perro considera al gato como un miembro inferior en la jerarquía social, puede elegir ignorarlo en lugar de entrar en conflicto con él. Los perros, como miembros de la familia de los cánidos, adoptan una estructura de manada al igual que sus ancestros, los lobos. Entre los miembros de la misma manada, especialmente entre el dominante y el subordinado, las competiciones son inexistentes y las peleas son poco frecuentes. Si tu perro se percibe a sí mismo como dominante sobre el gato, puede adoptar un comportamiento acorde a su posición. En otras palabras, puede optar por ignorar al gato en lugar de atacarlo.

perro golden retriever acostado al lado de un gato
Algunos perros tienen un temperamento tranquilo, poco reactivo y amigable

La educación y el adiestramiento previos del perro

La indiferencia entre un perro y un gato puede deberse a que, en el pasado, el perro fue adiestrado para ignorar a los gatos de su entorno. Por ejemplo, si era castigado con aislamiento cada vez que perseguía a un gato, esto puede haberle llevado a adquirir el hábito de no entrar en conflicto con los gatos. Es posible que el perro no esté acostumbrado a interactuar con ellos. También ocurre si recibía golosinas, juguetes o caricias por ignorar sus comportamientos de caza hacia los gatos.

Cabe recordar que los perros, independientemente de su raza, poseen un fuerte instinto de caza por naturaleza. Al igual que todos los animales carnívoros, tienen una secuencia de caza compuesta por varias conductas que suelen ejecutarse en el mismo orden:

  • búsqueda de la presa,
  • acecho,
  • persecución,
  • mordida de la presa.

El tamaño de los gatos, en comparación con algunos perros, hace que estos últimos los perciban como presas cuando ambos se encuentran en el mismo entorno. La genética de estos perros los impulsa naturalmente a perseguir o cazar a los gatos en movimiento. En el peor de los casos, el perro puede atacar y matar al gato. El entrenamiento y la educación ayudan a que estos perros agresivos dejen de adoptar estos comportamientos hacia los gatos. Si se logra el objetivo, esto se convierte en una segunda naturaleza para el perro, y presta menos atención a los gatos. Tal vez sea el caso de tu perro.

El perro ignora al gato: el temperamento individual

Algunos perros tienen un temperamento tranquilo, poco reactivo y amigable. Es el caso de razas como:

  • Carlino,
  • Caniche estándar,
  • Bulldog francés,
  • Terranova,
  • Boyero de Berna,
  • Beagle,
  • Pastor de Shetland,
  • Golden Retriever…

Este temperamento puede llevar el perro a ignorar a un gato presente en su entorno en lugar de perseguirlo, jugar con él o atacarlo.

Los carlinos, por ejemplo, son pacificadores. Solo ladran cuando tienen hambre o se sienten extremadamente amenazados. Son perros naturalmente tranquilos y grandes dormilones. No pierden el tiempo persiguiendo a un gato y prefieren ignorarlo para descansar. Esto también ocurre con los caniches estándar. Los caniches toy disfrutan jugar con los gatos, y los miniatura los toleran, pero los estándar tienden a ignorarlos con frecuencia.

Los bulldogs franceses son perros muy tranquilos, pero también muy perezosos y cariñosos. Al igual que los carlinos, generalmente no ladran y a veces ignoran al gato de la casa. Otra raza tranquila y amistosa es el Terranova. Estos perros no muestran agresividad hacia otros animales, como los gatos. Si su perro pertenece a esta raza, su carácter puede llevarle a creer que ignora a su gato.

Otras razas (Boyero de Berna, Beagle, Pastor de Shetland, etc.) tienen características similares. Sin embargo, cada animal tiene una personalidad única. La razón de este comportamiento hacia el gato puede no depender de la etiqueta de temperamento de su raza.

El perro está en mal estado de salud

Si anteriormente la interacción entre tu perro y tu gato era activa y positiva, y últimamente nota indiferencia por parte del perro, esto puede deberse a su estado de salud. Uno de los signos de enfermedad en un perro es una fatiga más o menos intensa. Un perro que suele ser juguetón y dinámico puede volverse apático o preferir no gastar energía. Este síntoma a veces viene acompañado de fiebre, gemidos, pérdida excesiva de pelo, micción frecuente u otros signos según la patología.

En este estado, el animal mostrará menos interés en interactuar con el gato, incluso si antes tenían una relación amistosa. Puede cambiar repentinamente de hábitos y volverse demasiado tranquilo, prefiriendo quedarse aislado. Si notas alguno de estos signos, lo ideal es llevarlo lo antes posible a una consulta veterinaria.

Tu perro puede estar envejeciendo

La indiferencia de tu perro hacia tu gato puede ser un signo de envejecimiento. Al envejecer, los perros presentan signos físicos o psicológicos como:

  • fatiga,
  • falta de vitalidad,
  • dificultad para realizar esfuerzos,
  • jadeo,
  • pérdida de peso acompañada a veces de falta de apetito,
  • desmotivación para actividades que antes disfrutaba,
  • rigidez,
  • pérdida de movilidad,
  • largos periodos de sueño…

También pueden volverse más tranquilos, desear tranquilidad o incluso aislarse. Esto podría explicar el desinterés y la falta de atención hacia el gato. En este caso, se recomienda consultar a un veterinario o a un especialista en comportamiento animal. También puedes estimular y fomentar interacciones positivas entre ambos animales.

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