Mi perro tiene miedo a los niños, ¿qué puedo hacer?

miedo perros a los niños

Aunque se dice que los perros son la mejor compañía para los niños, no siempre es verdad. Algunos perros tienen miedo a los niños. Y esto puede dar lugar a huidas, comportamientos inusuales o mordiscos. Para que tu perro tenga una vida mejor (y más seguridad para los niños que va a conocer), es importante comprender mejor los orígenes de este terror y ponerle remedio lo antes posible. Aquí tienes información y consejos para ayudar a tu mascota a superar su miedo a los niños.

¿Por qué mi perro tiene miedo a los niños?

Antes de intentar resolver el problema, hay que entenderlo. Un perro no teme a los niños porque sí.

Culpa compartida

Admitámoslo, los niños no siempre son amables. Gritan, pueden ser bruscos y este comportamiento puede impresionar a un perro. Cuando un niño corre hacia un perro e intenta acariciarlo, cuando intenta tocar a un perro en brazos de su dueño o cuando quiere jugar con un perro dormido, el perro puede considerarlo una agresión. Y en este caso, por muy grande que sea el agresor, reacciona. Y no hablemos de los niños que tiran del rabo o de las orejas del animal, que lo empujan o lo golpean. Si alguien te hiciera lo mismo, no te alegrarías.

Por eso, antes de manipular a tu perro, puede ser necesario decir a tus hijos (o a cualquier niño) que lo que están haciendo no es apropiado. También hay que tener siempre cuidado con los niños que están fuera. Los perros no son juguetes. Muchos niños son respetuosos con los animales, pero no siempre es así e incluso los más simpáticos pueden asustar sin querer a un perro.

Socialización incompleta del perro

Cuando es un bebé, hay que educar a un perro para que tenga una vida equilibrada y sepa reaccionar ante los distintos episodios que encontrará a lo largo de su existencia. Los primeros meses de su vida están dedicados a aprender, pero también a hacer nuevos descubrimientos, a socializar con los demás animales que pueda encontrar y a descubrir a los humanos. Por lo tanto, es esencial que se reúna con los niños durante este periodo. Si el perro nunca se ha enfrentado a un niño, no sabrá cómo reaccionar y tomará a este pequeño humano como un animal potencialmente agresivo.

El perro y los niños

El miedo a los niños también puede deberse a una mala experiencia que haya tenido el animal. En la mayoría de los casos, un perro no tiene miedo a los niños. Pero si ha sido «atacado» por uno de ellos, asociará estos actos violentos a una idea negativa: todo lo que es pequeño es malo. Este aprendizaje por asociación se arraigará en el perro y desarrollará un mayor o menor grado de miedo en función de la agresión a la que haya sido sometido.

Cuando vea a un niño, se activarán sus señales de alerta y el perro se estresará. Tu pequeño compañero enviará entonces mensajes. Y si el niño sigue interesándose demasiado por él, el perro se enfrentará a lo que considera un ataque real. Es entonces cuando puede morder, ya que no sabe defenderse de otra manera. Dependiendo del tamaño del perro y del niño, este episodio puede tener un desenlace más o menos grave.

Un miedo que aparece tarde en la vida

Es muy posible que al perro le gusten los niños y que su comportamiento cambie más adelante. Este suele ser el caso si el perro siente dolor. Imagina que te duelen mucho las articulaciones y viene alguien y te sacude. O si te duelen mucho los dientes y viene alguien y te pega ahí mismo. No serías feliz. Con el perro pasa lo mismo. Si siente dolor, reaccionará de forma más o menos violenta en función de su personalidad y de su grado de dolor.

Posibles reacciones de un perro miedoso

Dependiendo del carácter del perro, puede tener diferentes reacciones para responder a su miedo. Por ejemplo, puede huir cuando se le acerca un niño. Si el encuentro tiene lugar durante un paseo, es importante que el perro esté atado para evitar que se escape y se pierda.

También puede intentar protegerse escondiéndose detrás de las piernas de su dueño. Es una señal para reaccionar y alejar al perro de lo que le aterroriza.

Pero un perro no siempre es tan tímido. Y muchos empezarán gruñendo. Independientemente del tamaño del perro, este comportamiento es potencialmente peligroso y merece su seria atención. Para reducir el miedo de un perro, y por qué no hacerlo desaparecer por completo, hay varias medidas que deben tomarse sin demora.

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Dependiendo del carácter del perro, puede tener diferentes reacciones al responder a su miedo.

¿Qué debo hacer si mi perro tiene miedo a los niños?

Para contrarrestar este terror, puedes hacerlo tú mismo o confiar tu mascota a un adiestrador. Esto dependerá de lo asustada que esté tu mascota.

Acostumbra a tu mascota a los niños lo antes posible

Ya hemos dicho que un perro mal socializado puede desarrollar miedo a los niños. Por eso es muy importante enseñar a tu perro a convivir con niños desde una edad temprana. Si no tienes niños en casa, no dudes en pasear a tu animalito cerca de un parque infantil para que se acostumbre a los gritos de los más pequeños. Juega con él para enseñarle que todos esos gritos no significan que haya peligro.

Preséntale a niños amables y tranquilos. Esto le ayudará a descubrir que estos pequeños humanos son agradables y que puede compartir un buen rato con ellos. En principio, un cachorro no teme a los niños y querrá jugar con ellos. De nuevo, ten cuidado de que el juego no se convierta en un momento desagradable para tu perro. Vigila siempre a los participantes (caninos y humanos). Y cuando veas que tu cachorro ya ha tenido bastante, vete con él. Esto le ayudará a recordar que los niños son divertidos y simpáticos.

Con tus propios hijos

Cuando los perros comparten su hogar con niños pequeños, no pueden marcharse si ya están hartos. Por eso es muy importante enseñar a tus hijos que el animal es un ser vivo como cualquier otro y que si se va, es que ya ha tenido bastante. De nada sirve perseguirlo y molestarlo, hay que respetar su espacio vital.

Tampoco es aconsejable despertar a una mascota que duerme en su cesta, molestarla cuando está comiendo o royendo un hueso, ni coger sus juguetes. Enseña esto a los miembros de tu familia lo antes posible.

Enseña a tus hijos el comportamiento de los perros. Y enséñales algunas normas de respeto.

¿Qué se puede hacer para reducir el miedo del perro a los niños?

Si tu perro ha sido traumatizado por un niño o no ha aprendido a convivir bien con ellos, tendrá miedo. Tendrás que ser muy paciente. El miedo es algo muy arraigado en nosotros y en el animal y no puede desaparecer con un chasquido de dedos.

Piensa en lo que te aterroriza. ¿De verdad crees que puedes librarte de este terror en unas horas? Lo mismo ocurre con el miedo de tu perro a los niños. La paciencia es esencial.

Sobre todo, no debes obligar a tu perro a encontrarse con niños si tiene miedo. Di a los niños que encuentres que no le toquen y sigue tu camino como si nada hubiera pasado. El perro tiene que aprender que encontrarse con un niño no es más que otro acontecimiento seguro. Al principio, reduce el contacto al mínimo. El perro debe entender que el encuentro no conlleva dolor.

Puedes ayudar con unas pequeñas golosinas. Si el perro se encuentra con un niño sin huir ni mostrar signos de agresividad, elógialo y dale una recompensa. Tu perro asociará el encuentro con un niño con el placer.

En cualquier caso, no castigues a tu perro si se estresa con los niños. Esto aumentará su miedo.

Una reunión bajo estrecha supervisión

El siguiente paso es concertar una reunión más cercana. Este paso no debe darse demasiado pronto, o echarás a perder cualquier progreso que el perro pueda haber hecho. De nuevo, utiliza el refuerzo positivo para ayudarte y elige a un niño tranquilo y amante de los perros para este primer encuentro.

Tu perrito ha asociado a los humanos pequeños con la obtención de golosinas. ¡Que aproveche! Una vez que hayas encontrado al niño perfecto para el primer encuentro cercano, puedes darle algunas golosinas para que se las dé al perro. Una vez más, esta reunión debe ser siempre supervisada. Es importante reaccionar a los primeros signos de estrés en el perro.

Dile al niño que se acerque suavemente al perro y le dé su golosina favorita (¡la del perro, no la del niño!). Si el perro no coge la golosina, no lo fuerces. Llegará con el tiempo. Repite el proceso a menudo. El perro verá que el niño no le está haciendo nada e incluso puede llevarle esa golosina que desea. Una vez que el perro comprenda que no le ocurre nada desagradable cuando ve a un niño, se relajará y quizá quiera acercarse.

Nada mejora, ¿tu perro sigue teniendo pánico a los niños?

No todo está perdido. Aún existe una solución para ayudar a tu perro a enfrentarse a su miedo: el adiestrador canino. El adiestrador canino iniciará un trabajo de desensibilización, también con suavidad, que permitirá al perro sentirse mejor con los niños. Esto puede llevar algún tiempo. También puede aconsejarte que acudas a un psicólogo canino si su miedo a los niños es demasiado intenso.

No dudes en pedirle consejo sobre cómo ayudar a tu mascota a diario para que siga progresando entre sesión y sesión.

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