¿Mi perro puede sonreír?

Al igual que los humanos, los perros son capaces de sentir emociones y expresarlas de diferentes maneras. Con expresiones faciales tan adorables unas como otras, el perro puede sonreír con todos los dientes. ¿Mi perro realmente sonríe? Diferentes interpretaciones pueden derivarse de tal expresión y pueden depender del animal o de la situación. En este artículo, te ayudamos a reconocer y comprender el mensaje detrás de la sonrisa de tu perro.

¿Puede realmente sonreír el perro?

Los perros expresan emociones gracias a la liberación de ciertas hormonas que producen cambios químicos en su organismo. Pueden, por ejemplo, sentir afecto por su estado de ánimo con la producción de oxitocina, también conocida como «la hormona del amor». A diferencia de los humanos, el perro no muestra todos sus dientes ni levanta completamente los labios. Generalmente lo hace cuando se enfrenta a un ataque, un peligro o una amenaza. Esta actitud puede ir acompañada de gruñidos, una postura rígida y el levantamiento del pelo del lomo o el cuello.

La sonrisa en el perro es una forma de rictus, donde el animal deja ver ligeramente sus dientes y contrae los labios. Cuando un perro sonríe, relaja sus músculos faciales y su postura. Este lenguaje corporal puede asociarse con un contexto en el que tu mascota se encuentra en un estado emocional positivo. Los perros no imitan realmente la sonrisa de su dueño. Sin embargo, pueden verse motivados a expresar su alegría cuando ven a su dueño sonreír. Para la mayoría de los científicos, la sonrisa canina resulta de una combinación entre la evolución y su capacidad para comprender el comportamiento humano.

Mi perro sonríe, ¿qué significa?

Las mascotas son como los humanos, y una sonrisa puede tener diferentes interpretaciones. Para comprender el estado emocional de un perro que sonríe, debes observar bien su lenguaje corporal global.

Una señal de disponibilidad y amistad

Cuando un perro está cómodo, alegre y feliz, puede mostrar signos como una boca abierta con la lengua colgando. Estas señales pueden indicar una expresión de consentimiento y pueden manifestarse cuando lo acaricias. Con estos signos, tu mascota te indica que se siente seguro contigo. Para expresar su disponibilidad, el perro también puede acercarse más a ti y buscar contacto físico.

Sumisión

En los perros, la sonrisa puede ir acompañada de varias señales para indicar sumisión. En este caso, la mascota puede tumbarse de espaldas y exponer su vientre, bajar la cabeza o evitar el contacto visual directo. Algunos perros pueden lamerse los labios o incluso orinar por sumisión. La dominancia social o el miedo no siempre traducen la sumisión en los perros. Puede ser simplemente una forma de comunicar que reconoce tu autoridad o que quiere evitar un conflicto. Algunos perros son naturalmente más propensos a mostrar comportamientos de sumisión, mientras que otros lo hacen con menos frecuencia.

Una invitación al juego

Cuando un perro quiere invitar al juego, puede presentar un conjunto de comportamientos específicos acompañados de una sonrisa para comunicar su deseo de divertirse e interactuar. Este tipo de situación ocurre, por ejemplo, cuando el perro se encuentra con uno de sus pares durante un paseo o en un parque. Si el animal te aprecia y quiere jugar contigo, puede sonreír y adoptar una postura de juego inclinándose hacia adelante, con la cola en movimiento y el cuerpo relajado, listo para moverse rápidamente.

Cuando tu perro está lleno de energía y te invita a jugar, puede levantar el trasero, saltar, correr en todas direcciones… Algunos perros pueden usar movimientos de cabeza, asentir o incluso tocarte con sus patas para incitarte a jugar. Un gruñido suave y no agresivo es a veces una forma de decirte que está listo para jugar. Para expresar su buen humor, los perros tienen una imaginación desbordante.

Un perro puede sonreír por incomodidad o nerviosismo

Puede ocurrir que se vea a un perro sonriendo cuando en realidad está nervioso, incómodo o estresado. En estos casos, el animal puede sonreír y entrecerrar los ojos al mismo tiempo. Puede cerrar los ojos y adoptar una posición vertical. Cuando los perros se sienten estresados, pueden bostezar excesivamente, lamerse los labios con frecuencia. También pueden evitar el contacto visual directo cuando se sienten ansiosos o incómodos en una situación dada.

Los temblores ligeros, la inquietud, una cola baja o entre las patas pueden indicar nerviosismo. Si el perro intenta alejarse o buscar un lugar seguro, estos signos pueden indicar que se siente nervioso y quiere evitar la fuente de estrés. Si notas estos signos, no dudes en identificar la causa del estrés o la incomodidad y tomar medidas para ayudarlo a sentirse más cómodo. En algunos casos, se trata de ruidos fuertes, la presencia de otros animales o incluso dolores físicos. Calma a tu perro ofreciéndole un entorno tranquilo y acariciándolo para ayudarlo a relajarse.

Un sentimiento de culpa tras una travesura

Algunos dueños de perros asocian la sonrisa de su mascota con una reacción de culpa después de hacer una travesura. Un perro puede comenzar repentinamente a sonreír a su dueño después de romper un objeto o rasgar papeles, por ejemplo. La culpa no es exactamente el mismo sentimiento que experimentan los humanos. No solo el perro muestra los dientes, sino que también baja la cabeza, entrecerra los ojos y aplana sus orejas. Tal comportamiento puede estar relacionado con la reacción del animal ante la reprimenda o el tono de voz de su dueño.

El comportamiento del perro no siempre está relacionado con una comprensión real de la falta cometida. Los perros son muy sensibles a las señales sociales y pueden aprender a reaccionar de manera apaciguadora o sumisa cuando perciben el descontento de su dueño.‍ A diferencia del lobo, el perro logra fácilmente crear un vínculo con sus dueños y puede obtener una respuesta positiva al sonreír.

Perro pastor que sonríe
A diferencia del humano, el perro no muestra todos sus dientes ni levanta completamente los labios al sonreír

¿Qué razas de perros sonríen más?

Por lo general, todos los perros tienen la capacidad de presentar expresiones faciales que podrían interpretarse como una sonrisa. Sin embargo, es evidente que algunos perros son más propensos a hacerlo que otros. En particular, se trata de las razas que han sido compañeras domésticas durante mucho tiempo.

Las razas con una cabeza relativamente ancha tienen expresiones faciales que a menudo se asimilan a una sonrisa. Les resulta más fácil estirar la boca de manera que creen una especie de sonrisa amplia. Entre estas razas, todas reconocidas por sus muecas casi humanas, se pueden mencionar el Chihuahua, el Corgi y el Lulú de Pomerania. Lo mismo ocurre con las razas que tienen el hocico muy achatado, como el Bóxer o el Bulldog Francés. Los perros prognáticos, cuya mandíbula inferior es más larga que la superior, también forman parte de los que más sonríen.

Algunas razas con una cabeza de forma «clásica» también sonríen fácilmente a sus humanos. Entre ellas se distinguen el Dálmata, el Labrador, el Shiba, el Basenji y el Samoyedo. En cambio, las razas con la piel colgante, como el San Huberto, y aquellas con el hocico muy alargado (como los galgos) no son conocidas por sonreír.