¿Cómo afrontar la muerte de tu perro?

Considerados el mejor amigo del hombre, los perros son muy apreciados por su hipersensibilidad y lealtad. Sin embargo, siempre llega un momento en que hay que despedirse de la mascota si la muerte es inminente. Hay muchas razones por las que mueren los perros. El animal puede morir de viejo, por una enfermedad o por heridas de choque. Si tu perro ha fallecido, descubre en Hola Mascotas cómo afrontar la muerte de tu perro.

Tu perro ha muerto, ¿qué debes hacer?

Tras la muerte de tu mascota, deberás tomar una serie de medidas administrativas, sanitarias y psicológicas. Estos pasos te ayudarán a ocuparte del cuerpo de tu perro fallecido, pero también de tus emociones por la pérdida. Como en el caso del duelo por la muerte de un gato, el duelo por la muerte de tu perro es igual de difícil y no siempre es comprendido por quienes te rodean.

¿Cuáles son los trámites?

Tras la muerte de tu perro, lo primero que debes hacer es realizar los trámites administrativos para declarar su fallecimiento. Para ello, debes acudir a la sociedad canina central con el certificado de identificación de tu mascota.

Si no puedes seguir este procedimiento, puedes enviar una carta a la sociedad canina central. La carta debe especificar la raza del perro fallecido, su número de identificación, su sexo y la fecha de la muerte. Una vez que tu perro haya sido declarado muerto, puedes recuperar su cuerpo y hacer lo que quieras con él. Pero, ¡cuidado! En Francia, la ley prohíbe deshacerse de los restos de los animales. Si lo haces, te pueden multar.

Qué hacer con el cadáver después de la muerte de tu perro

Tras la muerte de tu perro, una vez realizados los trámites administrativos, puedes ocuparse de sus restos. Existen varias opciones. Por ejemplo, puedes enterrar a tu mascota en tu jardín o en un cementerio de animales. También puedes optar por la incineración individual o colectiva.

Si tienes un jardín o una finca, puedes enterrar allí a tu mascota favorita. Esta opción de enterramiento es gratuita, pero hay que cumplir ciertas normas. La tumba de tu perro fallecido debe estar a una distancia mínima de 35 metros de cualquier otra vivienda cercana. Además, la fosa debe tener al menos 1,30 m de profundidad y los restos del animal deben cubrirse con cal viva y material biodegradable para acelerar la descomposición.

Si no tienes jardín ni finca, puedes enterrar a tu perro en un cementerio de mascotas. Hay cementerios de mascotas por toda Francia. Sin embargo, esta opción requiere un presupuesto para el ataúd, la tumba, la parcela, los gastos anuales de mantenimiento, el impuesto de enterramiento y el servicio de inhumación.

Si no deseas enterrar a tu perro, puedes incinerarlo individual o colectivamente. Ambas opciones de incineración son más baratas y sencillas que el entierro en un cementerio de mascotas. Si optas por la incineración individual, tu veterinario se pondrá en contacto con una empresa para recoger el cadáver y llevar a cabo la incineración. Esta opción te ofrece la ventaja de presenciar la incineración y recuperar las cenizas de tu mascota. La incineración colectiva es menos costosa, pero no tendrás la posibilidad de asistir a la incineración ni de recuperar las cenizas de tu mascota.

perro muerte
El duelo por la muerte de tu perro también es difícil y no siempre es comprendido por quienes te rodean.

¿Cómo sobrevivir el duelo de la muerte de tu perro?

Perder a tu perro no siempre es fácil para el dueño. Hay que ser fuerte mentalmente para poder llevar el duelo con éxito. Afortunadamente, puedes contar con el apoyo de tu veterinario. En el ejercicio de su profesión, tu veterinario habrá tenido que enfrentarse a esta situación en varias ocasiones. En su papel de consejero, sabrá encontrar las palabras adecuadas para reconfortarte.

En cualquier caso, evita reprimir tus sentimientos. No te haces ningún favor evitando el tema. Cuanto más hables de ello, más rápido te afligirás. El duelo por tu perro fallecido también implica ordenar sus pertenencias. No tienes por qué deshacerte de las cosas que has guardado. Puedes conservarlas en algún lugar de tu casa.

¿Debo adoptar un nuevo perro?

El periodo de duelo por tu perro es una etapa difícil que puede durar mucho tiempo. Por eso, algunas personas prefieren adoptar enseguida un nuevo amigo. Aunque esta solución parezca lógica, no se recomienda inmediatamente. Tras la muerte de tu perro, puedes adoptar una nueva mascota, pero sólo después de haber asimilado su pérdida. La idea de adoptar una nueva mascota no es sustituir a la anterior, ya que cada perro tiene una personalidad única y le querrás de forma diferente.

Una vez asumida la pérdida, hazte las preguntas adecuadas antes de volver a adoptar. ¿Quiere adoptar la misma raza que tu anterior mascota? ¿Tienes la misma disponibilidad que antes? ¿Quieres adoptar un cachorro o un perro adulto? Cada una de estas preguntas te ayudará a redefinir tus prioridades para adaptarte mejor a tu nuevo compañero. Tu nuevo perro te impondrá nuevas limitaciones, y es mejor estar realmente preparado para afrontar los cambios y compartir su amor sin límites.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de muerte en el perro?

Por término medio, un perro puede vivir entre 10 y 13 años, independientemente de su raza. Sin embargo, no es infrecuente que los perros mueran antes de tiempo por diversos motivos. Envenenamiento, ahogamiento, accidentes de tráfico, electrocución, cáncer… Las causas de muerte súbita en perros son variadas.

Los accidentes de tráfico, una causa frecuente de muerte en el perro

Los accidentes de tráfico son una de las causas más frecuentes de muerte en perros. Esta causa es mucho más frecuente en las hembras en celo. Sin embargo, los perros macho también pueden ser víctimas de accidentes de tráfico, sobre todo si están acostumbrados a salir solos a la calle.

Así que ten cuidado con tu perro y llévalo con correa cuando salga. Aparte de los accidentes de tráfico, tu perro puede caerse del balcón y morir. En este caso, la única solución es asegurar las ventanas y balcones.

Ahogamiento

No todas las razas de perro saben nadar. Cuida de tu mascota si no sabe nadar. Si tu peludo sabe nadar, vigílalo igualmente. Aunque sepa nadar, no podrá salir de una piscina en la que se haya caído. Para evitar cualquier riesgo de ahogamiento, ponte siempre un chaleco salvavidas cuando vayas a nadar con tu perro. Si tienes piscina en casa, no te arriesgues y ponle una valla.

Envenenamiento de tu mascota

Tu perro puede morir repentinamente envenenado. En la mayoría de los casos es accidental, pero en algunos puede ser premeditado por vecinos que no aprecian los ladridos de tu perro. En ambos casos, la solución es educar bien a tu mascota. Debes enseñarle a rechazar la comida de extraños. Evita poner productos tóxicos al alcance de tu mascota. En cuanto a las plantas venenosas, es mejor evitar que haya alguna en tu jardín si tienes un perro.

Electrocución o asfixia

La electrocución, la asfixia y el atragantamiento también son causas frecuentes de muerte en los perros. La electrocución es más frecuente en cachorros. Los perros mayores también pueden ser víctimas. El atragantamiento puede producirse sobre todo si el perro ingiere cosas que no debería. Los huesos pequeños también pueden provocar asfixia. Para evitarlo, recomendamos dar a tu mascota huesos y juguetes del tamaño adecuado.

¿Cómo sé si mi perro está enfermo?

Que tu mascota enferme no significa necesariamente que vaya a morir. Por eso es importante que prestes atención a cualquier cambio que se produzca en tu mascota para poder llevarla al veterinario lo antes posible. Otros signos de que tu perro está enfermo son los vómitos, la tos, los estornudos y los eructos. La falta de apetito, la pérdida de peso, la micción excesiva y el enrojecimiento de las encías también son síntomas muy preocupantes. Pónte en contacto con tu veterinario lo antes posible si observas alguno de estos signos en tu perro.