¿Por qué me lame mi gato?

gato lame a su dueña

Mi gato me lame: ¿qué significa? Una muestra de afecto, una causa olfativa, una forma de calmar su ansiedad… tu gato puede lamerte por muchas razones. Vamos a detallarlas aquí para ayudarte a entender mejor el comportamiento de este felino.

Tu gato te lame para reforzar los vínculos sociales

En primer lugar, lamer a su dueño es una forma de vínculo social para el gato.

Origen de este comportamiento

El lamido permite esencialmente al gato acicalarse, lo cual es un comportamiento esencial para él. Los gatitos son acicalados por sus madres, que es como adquieren este hábito. No sólo sirve para limpiarse, sino que también tiene una finalidad social: es una actitud tranquilizadora y afectiva. Más adelante, los gatos se acicalan unos a otros, y este es un comportamiento perfectamente normal que ayuda a mantener la cohesión social.

Una muestra de afecto

¿Buscas otra razón por la que tu gato te lame? Puede ser una muestra de afecto, confianza o un gesto de pertenencia a su grupo social o familia. La madre del gatito utiliza este comportamiento para elogiar la buena conducta, es un signo de integración en un grupo social. Para ver si se trata de una señal positiva, fíjate en otros elementos del lenguaje corporal del gato mientras te lame. ¿Duerme apretado contra ti? ¿Frota su cabeza contra la tuya? ¿Ronronea? Todos estos comportamientos son signos positivos de confianza y relajación por parte de tu mascota.

Tu gato le lame por los olores

Gracias a su agudo sentido del olfato, nuestras mascotas tienen una vida olfativa mucho más rica que la nuestra, y lamernos es una de ellas.

Marcar el territorio

Si has estado rodeado de otros gatos, llevarás olores de otros gatos desconocidos sobre ti. Al lamerte, el gato intenta cubrir los olores existentes con los suyos propios. Lamiéndote, deja su olor en tu piel: es una señal para otros animales de que «perteneces» a tu gato. De este modo, el gato reclama su territorio, por así decirlo. Esto es también lo que ocurre cuando se frota contra tus piernas.

Lamer un aroma atractivo

Tu gato puede lamerte porque tienes un olor en la piel que le atrae y que quiere probar. Lamer ayuda a tu gato a percibir mejor los olores. Puede que sea el olor de tu sudor el que atraiga a tu gato con su aroma, normalmente ligeramente salado. Si tu gato te lame los dedos después de haber comido recientemente, está buscando el sabor de lo que has comido. ¿Tu gato te lame el pelo? Se impregna de los olores que trata de identificar.

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El gato puede lamerte para percibir mejor los olores.

¿Lamer y morder es un signo de agresividad del gato?

Puede ocurrir que tu mascota te lama cariñosamente y, de repente, te muerda. ¿Por qué?

Mordisquear debe diferenciarse de morder

En este caso, es esencial distinguir entre morder y mordisquear. La diferencia se identifica en la intensidad de la mordida. El gato utiliza el mordisqueo a diario para acicalarse. Mordisquea su pelaje, sobre todo para eliminar la suciedad y limpiarse bien. En estas circunstancias, los pequeños mordiscos también pueden ser una señal de voluntad de aseo, una muestra de afecto hacia ti.

El gato que muerde

Si tu gato te lame y luego te muerde repentina y brutalmente, se trata de una agresión. La mordedura es dolorosa en esta situación. Esto es típico del gato que «muerde». El gato viene y se sienta en tu regazo o cerca de ti, pero no quiere necesariamente que lo toquen. Lo acaricias, el gato te lame la mano para pedirte que pares, y luego te muerde cuando está harto.

Suele haber otros elementos del lenguaje corporal que se pueden observar (a veces discretamente) asociados a este comportamiento. Orejas aplastadas hacia atrás, cuerpo rígido y contraído, pelo erizado, cola que se mueve de un lado a otro. Estos signos de tensión deberían alertarte de la molestia de tu gato. Si se comporta así, déjalo en paz.

Castigo: no tiene sentido

No tiene sentido castigar a tu gato si te lame y muerde. Es totalmente contraproducente. El castigo no hace que el gato entienda que se ha portado «mal». Sólo le enseña que debe temerte y te tendrá miedo. Esto puede dañar la relación y dar lugar a asociaciones negativas.

Cuando el mordisco duele, independientemente del contexto, simplemente deja de interactuar con tu gato por completo.

¿Cuándo hay que acudir al veterinario cuando el gato te lame?

Ser lamido por su gato suele ser bien recibido por el dueño, que suele vivir cariñosamente ese momento. Sin embargo, en algunos casos, un gato que se lame puede requerir una visita al veterinario.

Señales que deben alertarle

En general, consulta a tu veterinario cuando tu gato muestre un comportamiento inusual recurrente y persistente. Si tu gato se lame compulsiva y repetidamente a sí mismo o a ti, lo mejor es comprobar su estado por precaución, aunque no haya otros signos de alarma.

Si el lamido repetido provoca un comportamiento autolesivo, habla con tu veterinario para identificar las causas. Si tu gato se ha vuelto agresivo contigo (te lame y te muerde regularmente), consulta a tu veterinario para que compruebe si existe un problema fisiológico.

Lamer como forma de calmar la ansiedad del gato

¿Tu gato parece estar lamiéndose a sí mismo o a ti todo el tiempo? Esto puede ser una señal de malestar. Pide consejo a tu veterinario. Si excluye todas las causas médicas, podría significar que tu gato sufre de ansiedad.

De hecho, los gatos son animales que ritualizan su vida diaria, lo que significa que tienen sus propios hábitos bien establecidos para salir a pasear, asearse y comer. Cualquier alteración de tu ritmo de vida es un factor de ansiedad para tu gato y puede provocar problemas de comportamiento más o menos prolongados en función de la adaptación a la fuente de estrés. Puede tratarse de una mudanza, la llegada de un bebé a la familia, la adopción de un compañero u otro animal, etc.

Un profesional del comportamiento felino puede ayudarte a resolver el problema. También puedes pedir a tu veterinario que trate a tu gato con medicamentos.

por qué el gato se lame
Un gato que se lame puede requerir una visita al veterinario.

Lamido patológico

¿Tu gato se pasa horas lamiéndose a sí mismo o a ti con insistencia? Puede tratarse de un lametón enfermizo, un signo de hiperestesia felina. Las causas de esta enfermedad no están bien definidas. A menudo se encuentra en gatos que han sido envenenados, expuestos a humos tóxicos, que tienen una deficiencia de nutrientes o que tienen una disfunción tiroidea. Estas causas no son exhaustivas, el origen puede ser neurológico, dermatológico, conductual…

Estos animales tienen una sensibilidad exacerbada. Alternan entre un estado de reposo, durante el cual el gato se encuentra en un estado normal, y un estado de crisis, caracterizado por una serie de comportamientos inusuales. Entre ellas se encuentran el lamido excesivo, la piloerección, el morderse la cola y la automutilación. Consulta a tu veterinario para obtener más información.

¿Lamer es un vector de enfermedades?

Algunos propietarios prefieren que su gato no les lama, pues temen que la saliva de su mascota les transmita gérmenes y enfermedades. ¿Es un riesgo real?

Prevención con algunas normas de higiene

Cuando acaricies a tu mascota o te dejes lamer por tu gato, lávate después las manos con jabón. No se recomienda lamer una herida o llaga, ni tampoco la cara, ya que la lengua del gato está cubierta de gérmenes. La mayoría de las veces, seguir estas normas básicas de higiene es suficiente para la prevención. Recuerda también que debes desparasitar a tu mascota con regularidad.

Enfermedades de los gatos causadas por el lamido

En general, el riesgo de transmisión de enfermedades por lamido es muy bajo. A veces se menciona la enfermedad por arañazo de gato. Está causada por una bacteria. Aunque esta enfermedad se transmite más comúnmente por los arañazos de los gatos, también puede transmitirse lamiendo una herida en la piel.

La toxoplasmosis no se transmite al lamer al gato. Es una infección parasitaria que se transmite a través de las heces del gato infectado. Así que asegúrate de lavarte las manos o de usar guantes cada vez que limpies la caja de arena de tu gato.